La agrupación Jóvenes por la Igualdad (JxI), integrante y fundadora del Partido ARI, manifiesta su enérgico respaldo a las declaraciones de Alfonso Prat-Gay respecto de su posicionamiento en apoyo del trabajo y el esfuerzo de los feriantes de La Salada, frente a las críticas publicadas en el día de hoy a través de solicitadas en los principales matutinos, impulsadas por una cámara empresarial afín al Gobierno Nacional.
Las afirmaciones de Prat-Gay, futuro candidato a Diputado Nacional por la Coalición Cívica de la Ciudad de Buenos Aires, ponen a la luz que la verdadera existencia de ese tipo de centros comerciales se motiva en las condiciones de expulsión que el mercado formal impone a cientos de miles de trabajadores, y a la desidia del Estado que, lejos de presentar voluntad política alguna de abordar esta problemática, sostiene la exclusión y no enfrenta a las verdaderas mafias que encabezan una cadena de comercialización, de la que las ferias resultan sólo el último y más débil eslabón.
A su vez, la posición de Prat-Gay es coincidente con la lucha que ha venido sosteniendo el miembro de Jóvenes por la Igualdad Facundo Di Filippo, diputado de la Coalición Cívica en la Ciudad de Buenos Aires, quien desde el inicio de su gestión ha trabajado intensamente junto con los emprendedores de las distintas ferias de la Ciudad, con miras a su regularización y a su inserción en la economía formal, frente a las políticas de persecución y represión impulsadas por el Jefe de Gobierno Mauricio Macri, y ejecutadas por la Policía Federal que comanda el Ministro de Justicia de la Nación Aníbal Fernández.
La posición de quienes cuestionan a La Salada en defensa de sus propios intereses económicos es sumamente hipócrita. Prat Gay trabaja en defensa de los microemprendedores, de los excluidos del mercado formal. Quienes cuestionan a los feriantes esconden que lo que en realidad buscan es proteger a los grandes comercializadores, forzando a permanecer bajo la explotación de éstos a quienes pretenden construir alternativas laborales dignas, surgidas de su propio esfuerzo.
Las comprensibles preocupaciones de las pequeñas y medianas empresas respecto de su situación en el contexto de la crisis económica actual no se resuelven atacando a los microemprendedores, ya que ambos son claras víctimas de un mercado que favorece solo a las grandes empresas, en un marco de total ausencia de políticas públicas de protección de estos sectores.
El Sr. Cornide, titular de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en vez de fustigar a los dirigentes políticos que están a favor de un cambio real en nuestra Nación, debería explicarle a toda la sociedad el motivo de su explicito apoyo a las Juntas Militares tal cuál sus manifestaciones del 25 de Marzo de 1977 en el Diario La Prensa donde expresara "al cumplirse el primer aniversario de la asunción del Gobierno, por las Fuerzas Armadas, acontecimiento que concluyó con un régimen que conducía inexorablemente al país al caos y la disgregación, consideramos un deber expresar a ustedes y por su intermedio a vuestras respectivas instituciones nuestro agradecimiento y el de nuestras entidades por la patriótica decisión tomada". Del mismo modo, debería explicarle a todos los argentinos como fue que durante la década del 90 apoyaba las políticas económicas del gobierno menemista que prácticamente hicieron desparecer a las pequeñas y medianas empresas, entidades que dice representar desde la CAME.
Desde este espacio político, le solicitamos humildemente al Sr. Cornide que se dedique a denunciar por medio de solicitadas y con el mismo ímpetu a los verdaderos contrabandistas y evasores de nuestro país y a luchar contra las verdaderas causas de la exclusión social.